Estamos de luto, pero llenos de gratitud. Ha fallecido el Papa Francisco, pastor cercano, humilde y profeta de nuestro tiempo. Su vida fue un testimonio valiente del Evangelio, una llamada constante a la misericordia, a la paz, a la fraternidad, al cuidado de los más pobres y de nuestra casa común. Con profunda gratitud, lo confiamos a Dios en nuestra oración y damos gracias por el don de su vida, de su palabra y de su ejemplo. Que el Buen Pastor lo acoja y que su legado siga inspirando a la humanidad.
“Dilexi te”: una llamada a amar a los pobres
El Papa León XIV ha publicado la exhortación apostólica Dilexi te, sobre el amor hacia los pobres. Retomando el proyecto del Papa Francisco, la ofrece “al comienzo de mi pontificado”, para que “todos los cristianos puedan percibir la fuerte conexión que existe entre el amor de Cristo y su llamada a acercarnos a los pobres” […]




