Estamos de luto, pero llenos de gratitud. Ha fallecido el Papa Francisco, pastor cercano, humilde y profeta de nuestro tiempo. Su vida fue un testimonio valiente del Evangelio, una llamada constante a la misericordia, a la paz, a la fraternidad, al cuidado de los más pobres y de nuestra casa común. Con profunda gratitud, lo confiamos a Dios en nuestra oración y damos gracias por el don de su vida, de su palabra y de su ejemplo. Que el Buen Pastor lo acoja y que su legado siga inspirando a la humanidad.
Encuentro de la Comisión Internacional de Finanzas
Del 3 al 6 de diciembre, la Comisión Internacional de Finanzas se reunió en la Casa Madre para el segundo encuentro del año.En un espíritu de servicio y de comunión, fueron acogidos los nuevos miembros, recientemente nombrados por el Consejo General, e incorporados a la misión confiada a la Comisión. El encuentro concluyó el domingo […]




