La visita de la Superiora General y del Director General de las Hijas de la Caridad durante el Círio de Nazarét 2025- (una de las procesiones marianas más numerosas en el mundo)

En octubre de 2025, Belém do Pará, puerta de entrada a la Amazonía brasileña, se convirtió en escenario de un encuentro profundamente simbólico entre el carisma vicenciano y en la espiritualidad popular. Durante las celebraciones del Círio de Nazaré —una de las mayores manifestaciones marianas del mundo— la Superiora General de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, Sor Françoise Petit, y el Director General, P. José Antonio González Prieto, CM, visitaron la Provincia de la Amazonía, llevando consigo un mensaje de paz, escucha y esperanza.
Una presencia que consuela e inspira
Entre los días 9 y 14 de octubre, Sor Françoise se adentró en el corazón de la Amazonía. Visitó comunidades ribereñas, conoció proyectos sociales como Ação Partilha (Acción compartida) y Do Lixo ao Luxo, (De desechos a lujo) y participó con el pueblo de Pará en las peregrinaciones del Círio. Su presencia discreta y fraterna reveló lo más íntimo del carisma vicenciano: estar cerca, escuchar, servir con ternura y amar a los Pobres.
En la peregrinación Fluvial, las embarcaciones adornadas con flores y cantos transformaron el río en un santuario en movimiento. La imagen de Nuestra Señora de Nazaré avanzaba por las aguas de la Bahía de Guajará acompañada por miles de fieles. Parecía como si María caminara sobre las aguas de la Amazonía, bendiciendo a su pueblo con esperanza.

Una espiritualidad que nace de la tierra
Durante su estancia, Sor Françoise quedó cautivada por la riqueza cultural local. Probó platos típicos como el pato no tucupi, el açaí y el pescado fresco del os ríos; bailó al ritmo del carimbó (baile tradicional) y aprendió el canto popular: “Naza, Nazarezinha, Nazaré Rainha…”, (Naza Pequeña Nazaret, Reina Nazaret) entonado con entusiasmo por el pueblo. Cada gesto fue expresión de comunión y respeto por la identidad amazónica.
La fe en la Amazonía tiene olor a tierra mojada y se manifiesta en las calles, los mercados, las casas y las orillas de los ríos. Es una espiritualidad encarnada, hecha de gestos sencillos y acogedores, que reflejan la manera en que las Hijas de la Caridad viven su vocación desde hace más de 90 años en esta región.

Una llamada a la ecología integral y a la fraternidad
Inspirada en ‘Laudato si’ del Papa Francisco, la visita reforzó el vínculo profundo entre el cuidado de los Pobres y el cuidado de la Casa Común. El tema del Círio 2025, “María, Madre y Reina de toda la creación”, resonó como una llamada a la responsabilidad colectiva por el futuro de la Tierra.
En un gesto profundamente conmovedor, Sor Françoise consagró a toda la Compañía a la “Señora de la Berlinda” —título con el que se venera a Nuestra Señora de Nazaré durante la procesión— repitiendo el gesto de Santa Luisa de Marillac en Chartres. Su visita, en pleno Año Santo Jubilar de la Esperanza, fue un testimonio vivo de fe resiliente, esperanza concreta y caridad que no se cansa de servir.

Una visita que se prolonga en comunión
Los días 20 y 21 de octubre, mientras Belém aún vibraba con la fe del Círio, la ciudad recibió otra visita de profundo significado espiritual: la del Director General de la Compañía, P. José Antonio González Prieto, CM, quien participó en la Quincena Nazarena, un tiempo de intensa vivencia religiosa y fraternidad compartida.
El P. José Antonio se encontró con las Hermanas que sirven con dedicación silenciosa en las riberas de los ríos y en las periferias. Maravillado por la biodiversidad y la belleza natural de la Amazonía, reconoció en ella un Evangelio vivo: cada árbol, cada río, cada rostro humano revela la presencia creadora y amorosa de Dios.
Inspirado por el tema de la Asamblea de la Compañía, “Artesanas de paz y de esperanza”, subrayó la misión de las Hermanas como testigos de reconciliación en un mundo herido por divisiones. Sus palabras tocaron profundamente a las comunidades, confirmando vocaciones y alentando a vivir la fraternidad con alegría y gratitud.

Un testimonio para el mundo
El paso de la Superiora General y del Director General por Belém do Pará quedará en la memoria como un gesto profético de comunión universal. En tiempos de crisis ambiental, desigualdad y conflictos, la Amazonía se alza como un signo de que la esperanza es posible. La fe que sonríe incluso cansada, la caridad que no se fatiga en servir y la espiritualidad que canta entre ríos y mercados revelan que Dios camina con nosotros.
Que el Círio siga siendo luz para el mundo, recordándonos que la paz comienza cuando aprendemos a acercarnos unos a otros con amor. Entre el aroma del incienso y el perfume del tucupi, entre el canto de las procesiones y el murmullo de los ríos, permanece una certeza:
la paz y la esperanza siguen siendo posibles cuando se tejen artesanalmente con fe, amor y cercanía.

Gracias, Señor, por estas visitas tan llenas de fraternidad y esperanza, que manifiestan Tus delicadas caricias divinas sobre nosotras, que habitamos esta tierra sagrada de la Amazonía.
¡Dios sea bendito!
Sor Maria Rejiane da Mata Dias, HC
Sor Anagilsa Sampaio Bentes, HC


