Más de 1.300 kilómetros de distancia, un idioma diferente, pero el mismo Espíritu, la misma inspiración y el mismo deseo de vivir juntas el Año Jubilar para avanzar con esperanza.
Hace poco, el equipo de la página web de la Compañía comenzó a preparar un artículo sobre la peregrinación de las Hermanas de la Comunidad de San José de la Casa Madre en París a la catedral de Notre Dame, cuando el 3 de octubre las Hijas de la Caridad de cuatro comunidades de la Provincia de Chełmno-Poznań realizaron una peregrinación “Juntas con esperanza” para pasar un día en la Casa de Retiros de los Misioneros del Verbo Divino en Chludowo (centro de Polonia).

La mayoría del grupo estaba formado por Hermanas mayores de la Comunidad de la Sierva de Dios Stanisława Barbara Samulowska en Poznań. A pesar de su edad y de sus dolencias, emprendieron el camino con alegría y entusiasmo. Durante el trayecto nos acompañaron cantos piadosos y, como corresponde al mes de octubre, la oración del Rosario.

Con oraciones y cantos llegamos al lugar, donde los Misioneros del Verbo Divino nos invitaron a compartir un café. Durante el encuentro conversamos sobre la historia y los carismas de nuestros respectivos Congregaciones. A continuación, tuvimos la oportunidad de visitar el Museo Misionero. Admiramos las exposiciones allí reunidas, que nos recordaron a los grandes misioneros y misioneras, mártires y santos de la Familia Vicenciana. Nos impresionaron especialmente las palabras del Siervo de Dios Padre Marian Żelazek, misionero entre los leprosos, a quien está dedicada gran parte del museo: “No es difícil ser bueno, basta con querer serlo”.

Después dimos un paseo por el extenso parque. Los árboles, de trescientos años o más, invitaban a contemplar la belleza de la creación. Las Hermanas mayores salieron a caminar con alegría, sin desanimarse por el terreno irregular, apoyándose mutuamente con sencillez y aceptando la ayuda ofrecida. ¡Fueron auténticos ejercicios prácticos de avanzar con esperanza!
Al mediodía nos reunimos en la capilla de la Casa de Retiros para la celebración de la Santa Misa. Durante la homilía, el Padre Kazimierz nos animó a examinar con atención nuestras acciones y, sobre todo, a preguntarnos si agradan a Dios.

Después de la Misa, compartimos la comida, lo que nos ofreció la oportunidad para compartir impresiones, hacer preguntas y alegrarnos con la riqueza de los carismas de ambas Congregaciones.

Regresamos llenas de nueva energía y de gratitud a Dios por habernos permitido participar en este encuentro, así como agradecidas a Sor Magdalena, Asistenta Provincial y a la Hermana Sirviente, Sor Anna, por la idea de esta peregrinación y por su excelente organización. Fue una peregrinación alegre “Juntas con esperanza” que, por obra del Espíritu Santo, coincidió en el tiempo con una iniciativa similar de nuestras Hermanas en Francia.