Vicente de Paúl fue reconocido santo por la iglesia en 1737 y declarado patrono de las obras caritativas. Como cada uno de nosotros, la santidad del señor Vicente tiene un largo camino que lo condujo a Dios. Su impulso fue aventurarse a abrir los oídos de su corazón al soplo del espíritu, día tras día.
En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis
(Mt 25, 40)
Tenéis que pensar con frecuencia que vuestro principal negocio y lo que Dios os pide particularmente es que tengáis mucho cuidado en servir a los pobres que son vuestros señores. Sí, hermanas mías, son nuestros amos. … Tenéis que tener cuidado de que no les falte nada en lo que vosotras podáis, tanto para la salud de su cuerpo, como para la salvación de su alma.
(San Vicente)
1581, 24 abril | Nacimiento de Vicente en Pouy, cerca de Dax, en las Landas |
1600 | Ordenación en Castillo-l’Evêque, en Dordogne |
1610 | Capellán en la Corte de la Reina Margarita de Valois |
1612 | Párroco de Clichy |
1613 | Preceptor en la familia de los Sres. Gondi |
1614 | Grave crisis de fe durante tres o cuatro años |
1617 | Año determinante: confesión de un campesino en Picardía, 25 de enero: primer sermón en la iglesia de Folleville, 8 de diciembre: establecimiento de la primera Cofradía de la Caridad en Châtillón-les-Dombes |
1619 | Capellán general de las Galeras |
1625 | Fundación de la Congregación de la Misión |
1628 | Propuesta de formación de los sacerdotes, retiro para los ordenandos |
1633 | Fundación con Luisa de Marillac de la Compañía de las Hijas de la Caridad |
1638 | Principio de la obra de los niños expósitos |
1639 | Envío de ayuda a Lorena, devastado por la guerra |
1646 | Fundación de la Misión de Argelia, misioneros en Irlanda y Escocia |
1648 | Misión en Madagascar |
1651 | Organización de colectas para ayudar a las víctimas de la guerra en Picardía, Champaña e Île-de-France |
1660 | 27 de septiembre, muerte del señor Vicente |
1737 | Beatificación por el Papa Benedicto XIII |
1737 | Canonización de Vicente de Paúl por el Papa Clemente XII |
1883 | Patrono de las obras de beneficencia cristianas |
27 de septiembre: día de su fiesta litúrgica |
Nació en una familia muy unida, de campesinos de clase media, en 1581 en Pouy, cerca de Dax. Fue el tercero de seis hermanos. Sus padres eran buenos cristianos y le transmitieron una fe viva y práctica. Vicente es inteligente y vehemente. Pronto, apoyado por los suyos, comienza un magnífico porvenir: los estudios y el sacerdocio.
Va sucesivamente a Dax y a Tolosa. Para sufragar sus estudios, sus padres venden una parte de sus preciosos bienes: un par de bueyes. Incluso intenta dar clases particulares. Es ordenado muy joven, a la edad de diecinueve años, en 1600.
Vicente es un hombre que se mueve, casi tanto como un hombre de negocios actual, pero a caballo y en diligencia. La historia se confunde quizás con la leyenda, el itinerario exacto de Vicente es incierto. Durante tres años, nadie sabe donde está: ¿ha sido capturaro por los piratas, quedando en esclavitud en Berbería, en la actual Túnez?… reaparece en París en 1608. Sus relaciones le hacen conocer a Pierre de Berulle, uno de los principales representantes de la escuela francesa de espiritualidad. Este movimiento participa en la reforma interior de la iglesia católica, insistiendo en la venida de Jesús en nuestra condición humana: Dios se encarna y se hace cercano al hombre en lo cotidiano. Los sacerdotes son invitados a vivir su vocación con seriedad, formándose y enraizándose profundamente en Cristo, lo que no es corriente en esta época donde la vida de la iglesia ha perdido su autenticidad.
Vicente, al comienzo, es sacerdote por vocación, pero también para asegurarse una “honesta jubilación“. Piensa en una carrera que le permita poner su familia al amparo de la pobreza a su familia. Es un hombre intrépido, vivo y curioso. Hacia 1610 llega a la corte, después de haber sido limosnero en nombre de la Reina Margarita, primera mujer del rey Enrique IV.
Debido a cierta inactividad, durante tres o cuatro años Vicente conoce la duda y la noche oscura de la fe. Es cuando vuelve a dar su vida por amor a Jesucristo, al servicio de los pobres, cuando reencuentra su relación con Dios. En 1612 es feliz párroco de Clichy y dice: ¡Dios mío, que feliz soy de tener a unos feligreses tan buenos!”. Pronto comienza su servicio en una familia muy influyente del reino, los Gondi. El señor es general de las galeras, su mujer administra sus campos. Vicente es el preceptor de sus hijos. Él es también director espiritual de la Señora de Gondi.
1617 es un año crucial para Vicente. Un día que acompañaba a la Sra. de Gondi en sus tierras, confesó a un campesino que iba a morir. Este hombre, con fama de honesto, conoce la angustia de ir al infierno por los errores que no se atrevió nunca a confesar. Después de esta confesión, halló la paz. La Sra. de Gondi se preocupa por el estado espiritual de las gentes de su casa e invita al señor Vicente a buscar un «remedio a esto». Al día siguiente, el 25 de enero de 1617, predica en la iglesia de Folleville con tanto ardor que los feligreses se desplazan en gran número para confesarse.
Este mismo año, gracias al Sr. de Berulle, Vicente va a Chatillón-les-Dombes, cerca de Lión, a la edad de treinta y seis años. Llega a su conocimiento que una familia está en necesidad y lo dice durante la misa. Un impulso de generosidad sacude a la asamblea y les hace apresurarse a la cabecera de los enfermos con cantidad de víveres. Vicente es feliz, pero enseguida se da cuenta de la necesidad de una mejor organización. Gracias a las señoras devotas, funda la caridad con un reglamento muy respetuoso que invita a “servir a los pobres como si se tratara de Dios”. Son las primeras “Caridades”, hoy, AIC (Asociación Internacional de Caridades). Esta experiencia le refuerza en su nueva vocación de servicio a los más humildes. Presionado por los Gondi, vuelve con ellos y se dedica a las necesidades corporales y espirituales de los más pobres, sólidamente apoyado por la Sra. de Gondi que, en 1625, firma el contrato de fundación de la Congregación de la Misión, encargada de la evangelización de las gentes del campo. A partir de ahí, sirve a los pobre sin perder de vista sus dos objetivos: misión y caridad.
Vicente es un hombre de oración y de lo concreto que trata de organizar los socorros directos para las personas necesitadas. En 1624, Dios puso a Luisa de Marillac en su camino, y ella le pide ayuda espiritual. Él le confía la visita de las caridades nacientes y funda en 1633, gracias a ella, las Hijas de la Caridad. Para formar a los sacerdotes, organiza las conferencias de los martes, los ejercicios a los ordenandos, la formación de los seminaristas y abre seminarios. No cesa de crear redes de ayuda con personas de la localidad para ir al socorro de todas las miserias humanas de su época: los galeotes, los niños expósitos, los heridos de las guerras en Lorena, en Picardía, en Champagne, en la Ile-de-France, las personas mayores o con enfermedades mentales… Nada puede parar la imaginación del Señor Vicente y sus colaboradores: se trata de aliviar al hombre, todo el hombre ¡Que cada persona pueda alimentarse por sus propios medios, aprender una profesión, hallar su dignidad de hijo de Dios!
Vicente sabe llegar a los poderosos para suscitar su caridad y pedir su ayuda política, con el riesgo de perder toda confianza ante Mazarino. Sólo ve la miseria que hay que aliviar, de todos esos pobres que son el rostro de Jesucristo.
San Vicente muere el 27 de septiembre de 1660, dejando detrás a laicos, sacerdotes, Hermanas, una familia, la Familia Vicenciana y, sobre todo, un espíritu que hoy vive todavía, este fuego de amor por los pobres que animaba el corazón de san Vicente de Paúl.
Para saber más:
Lecturas:
- IBAÑEZ, José María, C.M.: Vicente de Paúl. Realismo y Encarnación. Salamanca: SIGUEME. 1982. 317p. 20cm.
- MEZZADRI, Luigi, C.M.: Vida Breve de San Vicente. Salamanca: CEME. 1990. 117p. 19cm.
- NOS MURO, Luis, C.M.: San Vicente de Paúl. Persona, obra y pensamiento. Madrid: Ediciones Paulinas. 1984. 270p.
- ORCAJO, Antonino, C.M.: Vicente de Paúl a través de su palabra. Madrid: La Milagrosa. 1988. 256p. 20cm.
- ORCAJO, Antonino, C.M. y PÉREZ FLORES, Miguel, C.M.: San Vicente de Paúl II. Espiritualidad y selección de Escritos. Madrid: BAC. 1981. 551p. 20cm.
- ROMAN, José María, C.M.: San Vicente de Paúl I. Biografía (2ª ed.) Madrid: BAC. 1982 707p. 20cm.
Enlaces de Internet :