En 2005, 30 años después de la reunificación en Vietnam se sentía con fuerza, la necesidad de tener un empleo, la gente se esforzaba por ser económicamente autosuficiente. Respondiendo a tan loable aspiración, las Hijas de la Caridad (HC) aceptaron la invitación de los Sacerdotes de Don Bosco de unirse a ellos en la gestión del Departamento de Formación de Habilidades Femeninas del Colegio Técnico de Phuoc Loc para adultos. Siguiendo el ejemplo de la Beata Rendu, las Hijas de la Caridad se ocupan ahora de formar a las jóvenes que abandonan sus estudios secundarios debido a la pobreza.
El programa de formación fue iniciado por las HHC del Centro Provincial de Servicio Social. El Consejo Provincial, tras un breve período de encuesta y estudio, aprobó la apertura del Programa de Formación para Amas de Casa en el Colegio Técnico de Phuoc Loc (PL).
Este programa de formación fue diseñado específicamente para mujeres de las tierras altas y rurales por un período de un año. Las alumnas deben residir en el lugar de formación, con el debido acompañamiento, para garantizar una educación cristiana basada en los derechos humanos y otros valores: justicia, solidaridad y respeto por la vida y el medio ambiente. La formación incluye una práctica de servicio de alimentación y de residencia en un comedor que atiende a 200-300 alumnos que ofrece un servicio de 3 comidas diarias.
Las graduadas reciben del Gobierno un certificado oficial de empleo profesional, salarios adecuados y protección legal mediante un contrato de trabajo que evita los abusos.
Las graduadas se han organizado un Club en el que se imparte a sus miembros la formación continua a través de una reunión mensual, fijada en un domingo. (El Club está formado por unos 40-60 miembros.) Ellas comienzan su reunión mensual, en el recinto de la Casa Provincial de las H.C., con la celebración de la Eucaristía, precedida de la recepción del Sacramento de la Reconciliación y seguida de la catequesis. El Club se autofinancia.
La mayoría de las amas de casa se comprometen a pasar entre 3 y 5 años trabajando en este Club de Trabajadores antes de regresar a su ciudad natal. Además de ganar un buen sueldo, se centran también en su formación en:
- adquirir la madurez espiritual y socio-intelectual;
- lograr su título de educación secundaria o de enseñanza superior;
- el ahorro, las habilidades para la vida y una mayor efectividad en la economía doméstica.
Todo ello con el fin de asegurar el éxito en la eventual gestión de sus futuras familias.
Las amas de casa son conscientes de su deber, como católicas, de vivir y difundir el Evangelio a sus patrones y a otras personas que, en su mayoría, no son cristianas. También son conscientes de la responsabilidad de vivir en solidaridad con los pobres. Por ello, participan regularmente en misiones humanitarias con las Hijas de la Caridad.
Sor Pascale Lê Thi Triu, DC