La liturgia de Navidad, que nos disponemos a celebrar, nos anima a asumir una actitud de gozosa espera de Aquel que quiere salir al encuentro de la humanidad. Que la oración de preparación a la Encarnación del Hijo de Dios nos ayude a tener ojos capaces de ver las maravillas que el Señor opera en nuestras vidas y en las de los demás. Con la Virgen de Nazaret, la Virgen de la Expectación, y con nuestra Fundadora, Santa Luisa de Marillac, pongámonos en camino hacia Belén… para descubrir el Misterio de la Encarnación de Cristo, punto central en el corazón de la espiritualidad vicenciana.
Siguiendo a Cristo con audacia y creatividad. Carta del 2 de febrero de 2025.
Profundizar en el voto de servicio de los pobres a la luz del Evangelio, y a partir de la vida, la nuestra y la de nuestros hermanos y hermanas, conduce a releer personalmente nuestra vocación y la llamada escuchada un día. Que la preparación para la Renovación también favorezca momentos de intercambio comunitario y haga […]