Estar siempre unidas por el vínculo de la caridad y de la paciencia mutua es estar como en un paraíso. Hijas mías, hacerlo así, soportar y condescender, es un paraíso en la tierra. (SV , IXb, Conf. 95, mayo 1658, pág. 1030)
Respuesta de amor a una llamada del amor
Entregarnos plenamente a nuestros hermanos y hermanas, los pobres, es una promesa desde el momento en que entramos en la Compañía. La radicalidad del don de una Hija de la Caridad se concreta en la pasión libre y gozosa que pone en servir, inventar, amar. (Sor Françoise Petit)