Todas las almas verdaderamente cristianas han de profesar un gran amor a la Santísima Virgen y honrarla profundamente en su cualidad de Madre de Dios, así como por las virtudes que Dios le ha otorgado con este fin. …y rogarle habitualmente que nos ayude a ofrecer a Dios el servicio que le hemos prometido y a cumplir su santa voluntad con la misma sumisión que Ella. (Santa Luisa de Marillac)
ADVIENTO Con María, llevemos la paz y la esperanza
El Adviento es una invitación a vivir con más hondura. A fortalecer nuestro vínculo con Dios a través de la oración, a llevar Su alegría a nuestros hermanos y hermanas mediante gestos de bondad y sonrisas sinceras. María es nuestra guía en este camino. Ella, con suavidad y decisión, nos muestra las posibilidades y los […]






