La tierra, nuestra casa común, está sufriendo. El mal uso, a menudo por falta de aprecio y atención, nos ha impulsado a buscar ganancias en lugar de cuidar la tierra de Dios, nuestro regalo más precioso. Hemos dado por sentado que nuestra casa común, en palabras del Papa Francisco, “se parece cada vez más a una inmensa pila de suciedad” (Párrafo 20). El 24 de mayo de este año se cumple el quinto aniversario de la publicación de Laudato Si’. Esta encíclica ha contribuido considerablemente a la enseñanza social de la Iglesia “sobre el cuidado de nuestra casa común”. Jeffery Sachs lo llamó un “gran y oportuno regalo para la humanidad” (Sachs, Jeffery D, in America Magazine 06.07.2015)y el Papa Francisco pidió una respuesta rápida y global. Desgraciadamente, nuestra respuesta durante estos cinco años no ha sido rápida ni globalizada. Seguramente, ahora, cuando hacemos frente a las restricciones impuestas por Covid-19 y los frecuentes recordatorios de que podemos esperar un mundo muy diferente, es la oportunidad para “buscar un nuevo comienzo” y fomentar la cultura de cuidado de la tierra. Esto implicará sobre todo responder a los gritos de las personas que luchan contra la pobreza debido a la economía global.
Laudato Si ’es una lectura larga pero gratificante. La primera parte describe cómo y por qué nuestra tierra y la mayoría de su población está sufriendo. Su contenido está respaldado por la ciencia moderna, lo que otorga credibilidad a la discusión. Tras describir el sufrimiento de “nuestra casa común”, el Papa nos anima a reconocer y asumir la responsabilidad por nuestra participación en la causa de este sufrimiento. En conclusión, la encíclica presenta la “ecología integral” (225) como una forma de subrayar el lugar único de los humanos en la creación. Al estar en ese lugar único, el Papa Francisco nos reta a renovar nuestro estilo de vida en armonía con Dios, nuestros semejantes humanos y la naturaleza.
Este tiempo de “distanciamiento social” nos brinda una gran oportunidad para celebrar el aniversario del documento y “buscar un nuevo comienzo” adoptando algunos hábitos sugeridos por el Papa Francisco. Estas sugerencias van desde la forma de lograr la paz interior (227) y revivir la práctica de “rezar la bendición antes de las comidas” (227) como una forma de estar más conscientes de la comida como un regalo de Dios. En el párrafo 206 se nos recuerda, que “comprar es siempre un acto moral, y no simplemente económico”, y que “menos es más”, un valor apreciado en muchas tradiciones religiosas. (222) Los párrafos 228 y 231 proporcionan una excelente discusión sobre el amor fraterno y social. Los temas aquí mencionados están destinados simplemente a abrir el apetito y dar una idea de los muchos aspectos explorados en Laudato Si ‘. Es, quizás, uno de los documentos más accesibles y prácticos del Vaticano. Las guías y estudios de la encíclica, disponibles en la web, respaldan que es una de las lecturas más alentadoras e ilustrativas. ¡A disfrutarla!
Sor Anna Byrne, Hija de la Caridad, Capellán en St. Louise’s Comprehensive College, Belfast. Sor Anna ve este tiempo como una valiosa oportunidad para garantizar que Laudato Si’ sea visitado de nuevo y puesto en práctica.