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Educación y juventud

Y Jesús progresaba en sabiduría, en estatura, y en gracia ante Dios y ante los hombres.

(Lc 2, 52)

Sembrando futuro

Santa Luisa comprendía que la educación era clave para garantizar el crecimiento y la formación de niños y jóvenes. Solicitó permiso para establecer pequeñas escuelas destinadas a niñas desfavorecidas, quienes, de lo contrario, podrían verse abocadas a la mendicidad.

Las Hermanas se comprometieron a ofrecer a sus alumnas una educación integral, práctica y aplicable, que les permitiera asegurarse un sustento digno y mantener a sus familias. Además, les impartieron catequesis y les enseñaron los valores evangélicos para vivir de acuerdo con el mensaje de Jesús.

Es un privilegio para nosotras acompañar a los adolescentes y jóvenes en su búsqueda y aspiraciones. Nos encontramos con ellos en diversas áreas:

  • escuelas primarias, secundarias, bachillerato, universidades y formación profesional.
  • catequesis y pastoral juvenil
  • diferentes movimientos, especialmente dentro de la Familia Vicenciana, como Juventudes Marianas Vicencianas (JMV), los Misioneros Laicos Vicencianos (MISEVI) y programas de voluntariado vicenciano para jóvenes
  • asociaciones especializadas que brindan apoyo a jovenes con dificultades y niños de la calle